Definición
Un planeta gigante helado es un tipo de planeta masivo cuya composición está dominada por elementos volátiles como agua, metano y amoníaco. A diferencia de los gigantes gaseosos, estos planetas contienen una mayor proporción de estos compuestos en forma de hielo o fluido, aunque también están presentes hidrógeno y helio. No tienen una superficie sólida bien definida.
Estructura interna
La estructura interna de un planeta gigante helado está estratificada. Generalmente consiste en un núcleo central denso, a menudo rocoso o metálico, rodeado por un manto con hielos a alta presión, y una capa externa de gases y fluidos mezclados. La transición entre estas capas es continua según aumentan la presión y la temperatura.
Atmósfera y dinámica
La atmósfera de los gigantes helados contiene principalmente hidrógeno, helio y metano, siendo este último el responsable de su tono azulado. Pueden presentar vientos intensos, zonas nubosas y sistemas meteorológicos persistentes. La dinámica atmosférica está influenciada por la rotación rápida y la transferencia de calor interno.
Evolución y formación
Los planetas gigantes helados se forman en las regiones exteriores de los discos protoplanetarios, donde las temperaturas permiten la condensación de hielos. Pueden desarrollar un núcleo masivo capaz de atraer una capa gaseosa moderada. Su evolución posterior depende del entorno orbital, la captura de satélites y las interacciones con otros cuerpos celestes.
Diferencias con otros planetas
A diferencia de los planetas terrestres, los gigantes helados no tienen una superficie en la que se pueda aterrizar. En comparación con los gigantes gaseosos, tienen un mayor contenido de elementos pesados y un manto dominado por volátiles. Su masa, densidad y tamaño varían según los modelos y ejemplos conocidos.