Definición
Una luna helada es un satélite natural principalmente cubierto de hielo de agua u otros hielos volátiles. Su superficie es brillante, a menudo marcada por grietas, fracturas y regiones lisas que indican renovación.
Estructura
La estructura típica consiste en una corteza de hielo rígida, cuyo grosor puede variar, que cubre un manto más dúctil o un océano interno líquido. El núcleo central puede ser rocoso o metálico, proporcionando una base densa. Las capas internas interactúan mediante conducción de calor y deformaciones gravitacionales.
Superficie
La superficie muestra terrenos fracturados, surcos y, a veces, depósitos criovolcánicos. Los géiseres o penachos pueden emerger de fisuras, expulsando agua y partículas al espacio. La falta de muchos cráteres puede indicar una renovación reciente de la superficie.
Funcionamiento interno
Bajo la corteza, un océano interno puede persistir gracias al calor generado por fuerzas de marea o radiactividad interna. Este océano mantiene un equilibrio dinámico entre el hielo superficial y las capas profundas.
Evolución
Las lunas heladas evolucionan mediante alternancia de solidificación y fusión parcial. Las tensiones de marea y los impactos moldean su geología. Con el tiempo, el grosor de la corteza puede aumentar o fracturarse según la cantidad de calor interno.
Limitaciones
Las limitaciones de una luna helada residen en su estabilidad térmica y orbital. Demasiado lejos, se congela completamente; demasiado cerca, puede perder su capa de hielo por sublimación o volverse demasiado activa, transformando constantemente su superficie.